Fue casi drástico el post de ayer pero bueh..salio así. Ahora les cuento de que se trataba...

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Anoche podían pasar dos cosas o nos (él y yo) poniamos a hablar tranquilos, teniendo en cuenta que teníamos que ser pacientes y comprensivos o nos gritábamos y punteábamos como nunca lo habíamos hecho. Yo iba con miedo, la duda y el miedo polulaban por el aire.
Todo podía terminar bien o mal, dependía de los dos. Yo obviamente, siendo como soy, iba casi convencida de que todo iba a salir mal.
Antes de salir me puse el traje de chica fuerte, con cero disposición para llorar (esto era difícil que lo cumpliera porque ando re llorona) y decidida a decir todo lo que tenia para decir. Increíblemente despacito y de manera muy sigilosa cada uno iba soltando lo que tenia para decir. Nos entendimos, nos comprendimos y supe ver, que cada uno en su interior, que por uno u otro motivo el miedo es una constante en nosotros, que a veces no nos deja crecer ni caminar juntos, que nos hace alejarnos por no animarnos a dar.
Queda "trabajo" por hacer, cosas que resolver, cosas que cambiar mejor dicho modificar, tenemos que empezar a cuidarnos más, a dejarnos llevar como lo hacíamos en un momento sin dejarnos presionar, ni por nosotros mismos ni por los demás...
Por suerte esta vez todo termino bien, el después de ayer fue uno de los días mas tranquilos de la ultima semana...
El después de ayer es tenerlo a Él todavía conmigo queriendo compartir sus días conmigo y yo queriendo lo mismo.
Después de ayer soy un poquito más feliz de lo era antes de ayer.

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